Inversión activa e inversión pasiva son dos conceptos diferentes que hacen referencia a dos formas de invertir. Dependiendo de nuestros objetivos deberemos elegir entre ambas posibilidades, cuando manejamos unos conocimientos acerca de la bolsa lo suficientemente sólidos, lo más apropiado es diversificar nuestra cartera, inmovilizando parte en inversiones pasivas, mientras gestionamos la parte de inversión activa de nuestra cartera.
Qué es inversión activa e inversión pasiva
-Inversión pasiva: Se trata de inversiones que replican un índice determinado. Los fondos indexados o cotizados nos permiten invertir nuestro dinero en base a una serie de valores, en lugar de tomar decisiones de forma continua, la inversión se limita a reportar los beneficios que obtiene el índice replicado.
-Inversión activa: En este caso realizamos una gestión propia de nuestros recursos, invirtiendo en acciones de nuestra elección, sin tratar de replicar un índice concreto.
La gestión de riesgos con inversiones activas y pasivas
Muchos inversores piensan que las inversiones pasivas son menos arriesgadas, sin embargo, en ocasiones sucede al revés. Si tenemos un conocimiento profundo acerca de la bolsa y sus movimientos, la gestión activa nos permite evitar pérdidas, algo que será más complejo de evitar con un fondo pasivo, sin embargo, los fondos pasivos sí tienen otras ventajas.
Ventajas y desventajas de la gestión activa
La gestión activa tiene una ventaja evidente, y es que nos permite evitar muchos de los descensos del mercado si los detectamos con antelación.
Sin embargo, la gestión activa tiene dos desventajas, por una parte, requieren de un profundo conocimiento bursátil para obtener rentabilidad, al fin y al cabo estamos moviendo nuestras inversiones constantemente. Además, los riesgos pueden ser mayores que si invertimos en pasivo en base a un índice más o menos estable.
Ventajas y desventajas de la gestión pasiva
La principal desventaja de la inversión pasiva es que estamos a merced de los movimientos de los valores elegidos.
Sin embargo, la inversión pasiva es muy recomendable tanto para inversores primerizos, como para inversiones a largo plazo. Si elegimos un índice con ganancias sostenidas a largo plazo, estaremos obteniendo beneficios sin apenas esfuerzo.
Una cartera activa y pasiva
Si tienes unos conocimientos de inversión y quieres ponerlos en práctica, lo más recomendable es crear una cartera mixta en la que asocies parte de tus recursos a un índice pasivo, mientras inviertes de forma activa en oportunidades que detectes en el mercado.
Sino cuentas con conocimientos, lo mejor es que te alejes de la bolsa, ya que la falta de conocimientos se traducirá en pérdidas. Recuerda estar bien formado(a) e informado(a) para ganar con tus inversiones.
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