Tras meses de letargo, inversores minoristas reactivaron las ‘meme stocks’ impulsando espectaculares subidas en papeles icónicos gracias a nuevos impulsos virales desde foros online.
Las ‘meme stocks’ pierden impulso: el auge rebelde que se ha vuelto rutina
En su apogeo, las acciones virales conocidas como ‘meme stocks’ encarnaron un desafío simbólico al poder institucional de Wall Street. Impulsadas por comunidades en línea, tomaron por sorpresa al mercado financiero, desafiando valoraciones tradicionales y forzando a los grandes fondos a reaccionar. Sin embargo, esa era de fervor parece estar quedando atrás, dando paso a un comportamiento más previsible.
El resurgimiento puntual: repuntes espectaculares, pero fugaces
Durante la última semana, varios nombres asociados a esta categoría capturaron la atención con subidas explosivas. Opendoor, por ejemplo, registró un alza del 43% en una jornada, Krispy Kreme avanzó un 39% en pocas horas, y GoPro llegó a tocar una ganancia intradía del 73%. Estos movimientos reavivaron temporalmente la euforia en foros como WallStreetBets, donde los emojis de cohete y las estrategias agresivas con opciones call volvieron a protagonizar los comentarios.
Un fenómeno que ya no sorprende
A pesar de estas alzas llamativas, el contexto alrededor de las ‘meme stocks’ ha cambiado. Lo que antes era visto como un movimiento contracultural con capacidad de mover los cimientos del mercado, ahora parece más un reflejo de oportunidades especulativas de corta duración. Los operadores minoristas continúan buscando emociones, pero la narrativa disruptiva ha perdido intensidad.
¿Cambio de ciclo o madurez de un movimiento?
El escenario actual sugiere que el fenómeno original se ha diluido en la rutina del mercado. Si bien aún pueden registrarse episodios de volatilidad notoria, el impacto estructural de estas acciones parece limitado. La pregunta para los inversores ahora no es si habrá otro estallido viral, sino si estos repuntes puntuales justifican el riesgo implícito en perseguir el próximo ‘cohete’ financiero.
En otras palabras, el espíritu desafiante de las ‘meme stocks’ aún sobrevive, pero su rugido ya no sacude los cimientos de Wall Street como lo hizo en sus días más ruidosos.