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Bancos británicos en la mira por beneficios obtenidos con fondos públicos

Bancos británicos en la mira por beneficios obtenidos con fondos públicos

✅ Acciones británicas del índice FTSE 100, la libra esterlina (GBP), bonos del Estado del Reino Unido, y valores del sector bancario como Lloyds Banking Group, Barclays y NatWest podrían experimentar oscilaciones de precio ante la posibilidad de nuevos impuestos o modificaciones regulatorias.

📈 El debate en torno a imponer un impuesto extraordinario a los bancos británicos se enmarca en una coyuntura de consolidación fiscal tras años de política monetaria expansiva. Con un déficit presupuestario creciente y presiones sociales para aumentar el gasto público, el gobierno de Reino Unido busca formas de recapturar parte del capital que fluye hacia el sistema financiero como resultado indirecto de la expansión cuantitativa. Este fenómeno no es exclusivo de Reino Unido: economías desarrolladas enfrentan retos similares al desmantelar sus programas post-pandemia.

La propuesta del Think Tank se suma a una ola de reclamos para reequilibrar el costo de la política monetaria no convencional, especialmente ahora que el entorno de tipos de interés elevados genera beneficios sustanciales para los bancos comerciales a través de su relación con el banco central. Este tipo de iniciativas también reflejan un giro hacia una política fiscal más intervencionista en Europa, a medida que los gobiernos intentan contener el descontento social sin comprometer la sostenibilidad de la deuda soberana.

Debate fiscal: presión creciente sobre los beneficios bancarios en Reino Unido

En medio de un panorama económico marcado por ajustes fiscales y persistente presión sobre la política monetaria, crecen las voces que solicitan una reforma en el tratamiento de los beneficios que obtienen los bancos comerciales a partir de sus depósitos en el Banco de Inglaterra.

📊 Bancos ganan más por reservas que por deuda pública

Actualmente, los bancos británicos disfrutan de un rendimiento del 4% sobre las reservas mantenidas en el banco central, una consecuencia directa del programa de expansión cuantitativa. Paradójicamente, los bonos del Estado que adquirieron con ese mismo dinero solo ofrecen un retorno algo superior al 2%, lo que ha generado una ganancia artificial a expensas del erario público.

Esta fórmula, que parecía técnica y neutral, ha desencadenado un efecto fiscal considerable: desde 2022, el Gobierno británico ha transferido £93.000 millones al Banco de Inglaterra para cubrir las pérdidas que genera la menor rentabilidad de los bonos en comparación con lo que el banco central debe pagar en intereses. La magnitud del desembolso equivale, en términos prácticos, a una transferencia directa del Tesoro a los grandes bancos.

🔍 Llamados a una reestructuración de los incentivos

El Institute for Public Policy Research (IPPR), uno de los centros de pensamiento progresistas más influyentes del Reino Unido, considera que ha llegado el momento de reequilibrar la situación. A través de un nuevo informe, el instituto propone que la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, introduzca un impuesto extraordinario dirigido específicamente a los beneficios que los bancos privados están acumulando gracias a estos depósitos altamente rentables.

El objetivo sería capturar una parte de esos márgenes, argumentando que se trata de ganancias no derivadas del riesgo sino de una operación técnica con garantía estatal. Para el IPPR, esta medida no solo corregiría una distorsión financiera, sino que podría proporcionar recursos valiosos para reducir el déficit presupuestario sin recurrir a recortes sociales ni aumentos de impuestos generalizados.

📌 Apoyos diversos y advertencias técnicas

La crítica al modelo actual no parte únicamente de los think tanks. Figuras relevantes del espectro político y financiero han planteado alternativas al esquema vigente. Entre los que han manifestado inquietud se encuentran el ex primer ministro Gordon Brown, el líder de Reform UK Nigel Farage y dos ex vicegobernadores del Banco de Inglaterra, Paul Tucker y Charlie Bean. Todos coinciden en que es necesario revisar el mecanismo para adaptarlo a la coyuntura fiscal sin desestabilizar el mercado.

No obstante, desde el propio Banco de Inglaterra llegan señales de cautela. El gobernador Andrew Bailey ha advertido que cualquier modificación podría alterar los canales de transmisión de la política monetaria, interfiriendo con la sensibilidad de los tipos de interés y su efecto directo sobre la economía real.

Por su parte, el Tesoro británico ha manifestado que, si bien está abierto al diálogo, es crucial preservar la competitividad del sistema financiero y asegurar que siga siendo un motor de crecimiento.

💡 Claves en juego para el futuro fiscal del Reino Unido

  • 📉 £93.000 millones en transferencias del Estado al Banco de Inglaterra desde 2022.
  • 📈 4% de remuneración sobre reservas bancarias, muy superior a los retornos de los bonos públicos.
  • 📌 Propuesta del IPPR: un impuesto temporal sobre beneficios extraordinarios bancarios.
  • 🎯 Riesgo advertido por Bailey: distorsión en la efectividad de la política de tipos de interés.
  • 🟢 Oportunidad para Rachel Reeves: reducir déficit sin impacto directo en hogares.

El debate enfoca una cuestión clave: cómo equilibrar estabilidad financiera, eficiencia monetaria y justicia fiscal en un entorno macroeconómico que exige respuestas innovadoras y políticamente viables.

*Artículo de divulgación financiera redactado por el equipo de Tu Plan A: Bolsa y Trading by Fran Fialli.*

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